Le Traste es un cuarteto afincado en Madrid que nació como proyecto personal de Dani Cabezas (guitarra, voces). Su primer disco, Le Traste, se publicó en 2009 y mostraba un marcado acento folk. Se grabó con tan sólo tres ensayos previos junto a dos viejos amigos, Santiago Talavera y Luis Mármol.
Este año se publicó su segundo disco, Time for the braves. El trabajo consta de seis canciones en las que llevan su sonido un paso más allá: del post rock más épico y melancólico al rock alternativo, pasando por las influencias del folk y del jazz. Sin olvidar que varios de sus miembros proceden de la escena punk y hardcore, lo que también se percibe en su sonido. Para conocerlos un poco más antes de su visita a Zaragoza, su alma máter, Dani, profundiza en el espíritu de Le Traste. Puede escucharlos en Spotify y en su Bandcamp.
El cambio de sonido es patente, hay una gran evolución respecto al primer disco. ¿Vosotros desde dentro, cuáles son los mayores cambios que habéis notado? ¿De qué os sentís más orgullosos?
Los mayores cambios pasan por la incorporación de un nuevo miembro, Naiel Ibarrola, cuyos teclados han aportado muchos matices al sonido de la banda. En cuanto a las propias canciones, no me planteo demasiado la evolución desde las anteriores. Simplemente salen así de forma natural, aunque me imagino que habrá jugado un papel importante el hecho de que, desde el mismo momento de su concepción, ya estaban pensadas para ser tocadas por una banda al completo, a diferencia de la mayoría de las canciones del primer disco. En cuanto a lo que más orgulloso me hace sentir.... quizá sea el hecho de haber tenido la oportunidad de grabar y editar exactamente el disco que quería, a todos los niveles, y haberlo hecho rodeado de algunos de mis mejores amigos.
En la gira del primer disco, contabais con un bajista de primer nivel como es Elías Egido (Standstill, Eh!), ¿os afectó mucho los planes su marcha?
En cierto modo sí. En el momento de su marcha ya teníamos en mente la grabación del disco, y hubo que reestructurar la banda. Pero nada que no ocurra en cualquier otro grupo, por otra parte. En cualquier caso, en Le Traste procuramos tomarnos las cosas con cierta calma, sin agobios, y dejar que las cosas vayan surgiendo cuando tienen que hacerlo. Santi siempre tuvo la puerta abierta para volver a Le Traste, y a día de hoy creo que su reincorporación ha sido fundamental a todos los niveles. Afortunadamente estuvo encantado de volver y nosotros de que lo hiciera.
Mucha gente me comenta que tu voz le recuerda mucho a Eddie Vedder, ¿crees que es una influencia directa o es algo que no te habías planteado?
Si te soy sincero, yo soy el primer sorprendido respecto a la unanimidad de ese punto de vista. Es un gran halago, no cabe duda, y yo también puedo encontrar cierto paralelismo en el timbre, pero mis referencias nunca fueron mucho por ahí. Me imagino que es inevitable buscar referencias para referirse al sonido de una banda.
De tu bagaje hardcore, ¿qué crees que hay en el disco?
En cuanto al sonido, no sé si hay demasiado. Quizá la intensidad de los momentos más álgidos. Respecto a la manera de hacer las cosas, creo que tenemos algo de toda esa filosofía DIY (Do It Yoursel) con la que hemos crecido. Pero no se trata de una filosofía que llevemos por bandera, ni nada por el estilo. Más bien creo que hoy por hoy es la única forma de hacer las cosas tal y como está el panorama. Más trabajosa, pero también más satisfactoria y honesta.
En la presentación del primer disco se notaba un directo más expansivo que en la grabación, ¿cómo habéis preparado esta gira?
Expansivo es una buena palabra, me gusta. En directo tratamos de darlo todo y quizá seamos algo más cafres, pero la reproducción del sonido del disco es, en general, bastante fiel. Al fin y al cabo está grabado en directo en un fin de semana: lo que escuchas en el disco es lo que somos, tal cual. Sin demasiados artificios ni arreglos posteriores.
Eres un gran defensor de las nuevas herramientas para escuchar música, ¿qué papel os queda a los pequeños grupos? ¿Cómo podéis sobrevivir?
Depende de lo que entiendas por sobrevivir. Por mi parte, me conformo con poder hacer lo que me gusta sin perder demasiado dinero. La autoedición es un camino tan válido como cualquier otro, aunque técnicamente no es el nuestro. El disco lo editamos a través de nuestro propio sello, Anomia, pero a medias con un sello amigo, Cuervo Music (actualmente reconvertido en Holy Cuervo). Es una fórmula que nos permite trabajar con gente a la que apreciamos, respetamos y admiramos, que nos apoya y echa una mano en lo que haga falta, y al mismo tiempo mantener intactas nuestra independencia y manera de funcionar. Soy defensor de que cualquiera pueda acceder libremente a la música, pero también un ávido comprador de discos. Me gusta recompensar en la medida de mis posibilidades a las bandas cuyas canciones me han hecho sentir cosas. Creo que es lo justo.
¿Qué conoces de la escena musical de Zaragoza?
Creo que Zaragoza tiene una escena musical envidiable. Si tengo que citar lo primero que se me venga a la cabeza, así a bote pronto, me quedo con Lavodrama, Persona, Luisiana, Lana Lee o Picore. Zaragoza rocks!
Jaime Oriz.
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