Entrevista a Rusos Blancos

Después de la buena aceptación que obtuvo su primer disco, Sí a todo, y su siguiente Ep, Hijo único, Rusos Blancos regresan a la actualidad musical con un nuevo trabajo, El tiempo de los nísperos, con el que dan un gran salto artístico. Lo presentarán el sábado 27 en La Ley Seca y para conocerlos un poco mejor, Manu Rodriguez nos habla del funcionamiento de la banda y del proceso de grabación de su último LP.

Desde que surgisteis habéis sido una banda de la que han hablado como una seria promesa. ¿Cómo lo habéis vivido? ¿Habéis tenido presión en algún momento?

Manu: Presión existe, pero solo autoimpuesta. Por mucho que se hablase de nosotros como promesa seria, tampoco es que fuésemos los Strokes ni nada parecido, ni que hubiese miles de personas esperando a ver qué disco sacábamos. Eso sí, como te digo, a nivel autoimpuesto, cuanto menos yo, sí que notaba cierta presión. Por un lado, porque estábamos muy contentos con el EP Hijo único, que había sido muy bien recibido por todo el mundo, y teníamos que superarnos con el nuevo trabajo; por otro, porque era consciente de que las canciones que teníamos para Tiempo de nísperos tenían muchas posibilidades. Estaba, y estoy, muy contento con ellas, pero sí que tenía le presión de tomar las decisiones adecuadas a la hora de grabarlas en el estudio.

Contáis con un equipo de lujo para el último disco, Paco Loco y Joaquín Pascual, ¿por qué los escogisteis a ellos? ¿Hubo buen entendimiento desde el principio?

Con ambos hemos trabajado ya anteriormente, y estamos muy contentos con su trabajo. Paco es nuestro productor, por mucho que ocasionalmente podamos trabajar con alguien distinto, pero le consideramos así. Nuestro George Martin. Y con la labor de Joaquín en la masterización estamos muy contentos, y seguramente sigamos trabajando con él. Además, ambos son amigos nuestros, y entre sí, lo que ayuda mucho. Joaquín sabe cómo graba Paco, y Paco cómo masteriza Joaquín.

Algunas de vuestras canciones han aparecido en "Supermodelo" y "Física y química". ¿Qué os enseñó esas colaboraciones que habéis tenido con el 'mainstream'?

Nosotros simplemente grabamos una canción que, año y medio después, acabó en la serie. Pero no fue un encargo ni nada parecido, sino algo casual. En cuanto a lo aprendido, la única lección que el mainstream ha dado a cualquier grupo indie que haya cruzado sus fronteras siempre ha sido la misma: que por importante que pueda ser algo que hagas en un momento dado, al día siguiente se va a olvidar, y que parte de tu público anterior te penalizará por ello.

Varios miembros de Rusos Blancos tenéis otros grupos paralelos, ¿cómo os organizáis? ¿Es algo que puede enriquecer el grupo?

El hacer cosas que se salgan de los patrones habituales en los que sueles trabajar, siempre te enriquece. Así, igual que ellos llevan a sus grupos cosas que pueden haber aprendido con nosotros, también nos traen a Rusos Blancos cosas que aprenden con ellos. Y en cuanto a la organización, pues bueno, a veces entraña ciertas dificultades. Nos pisamos ensayos, algún bolo, etc., pero por lo general nos vamos organizando y tirando para delante. El hecho de que seamos amigos de todos los grupos paralelos a los Rusos, ayuda desde luego.

He leído que a lo que más miedo teníais era a los arreglos del disco, ¿por qué motivo?

Bueno, eso es una broma nuestra, pero algo de verdad tiene. El caso es que el disco tiene muchas canciones muy orquestales, en las que por tanto, para poder tocarlas en directo, necesitas una orquesta. Y nosotros somos solo seis músicos. Y parecido pasa con los coros, con más de veinte pistas de voces en algunos momentos. Pero estamos sabiendo solventarlo con bastante gracia, creo yo.

Entonces, ¿cómo afrontáis el directo?

El directo y la grabación son siempre dos cosas muy distintas, y nosotros somos un grupo que tenemos eso muy claro. En directo, más que por lo detalles, que también, hay que apostar sobre todo por la energía.

¿Qué recordáis de pasadas actuaciones en Zaragoza? ¿Cómo veis la escena que se mueve aquí?

Hemos tocado una sola vez en Zaragoza, creo, y lo pasamos muy, muy bien. Tenemos muchos amigos allí y fue un concierto muy divertido. Y la escena de Zaragoza siempre ha sido de las más imaginativas y originales de España, así que ahí poco puedo añadir que no se haya dicho ya.

Texto: Jaime Oriz.

Foto: Iciar J. Carrasco.