viernes, 1 de marzo de 2013

Entrevista a Rufus T. Firefly


El quinteto madrileño Rufus T. Firefly está dando mucho que hablar con , segundo disco que tres años después de My synthetic heart, y han logrado posicionar como una de las bandas de sonido indie con más proyección. El 16 de marzo estarán en La Ley Seca para demostrarlo.

Vuestro nombre nombre está sacado de una película tan alocada como Sopa de gansos, sin embargo vuestro sonido es bastante sobrio y serio. ¿Por qué este contraste?

Rufus T. Firefly siempre será el mejor político de todos los tiempos, aunque hay que reconocer que actualmente los políticos se están poniendo mucho las pilas y están aprendiendo a tomarnos el pelo a todos de maravilla. No creo que nunca puedan alcanzar el nivel de Groucho. Somos grandes admiradores de los hermanos Marx, de su forma de enfocar y criticar la realidad. En mensaje, no creo que estemos demasiado alejados de ellos. Nosotros, simplemente hacemos música triste y melancólica porque no tenemos talento para hacer humor.

Vuestro productor, Manuel Cabezalí (Havalina) parece estar últimamente involucrado en toda banda con un sonido de guitarras interesante. ¿Cuál fue su papel en la grabación? ¿Hubiera sido un disco muy diferente sin él?

Queríamos esas guitarras en nuestro disco y por eso decidimos trabajar con Manuel. Pero hay que decir su papel en la producción va mucho más allá de sonidos de guitarras flipantes. Desde el principio se involucró mucho en el proyecto y en el concepto del disco. Nos ha ayudado con estructuras, interpretación, enfoques... Siempre hemos dicho que conocer a Manuel ha sido lo mejor que nos ha pasado como banda. Cuando tuvimos el disco en nuestras manos pudimos confirmarlo. Sólo él podría haber sacado este disco de nosotros y espero que podamos poder seguir trabajando juntos durante muchos años.

Las estructuras de las canciones son complejas, ¿cómo es la composición? ¿Tenéis alguna idea preconcebida o son sesiones de improvisación?

Normalmente alguien llega al local con una idea, unos acordes, un rift, un ritmo de batería y vamos desarrollándolo entre todos. Cuando tenemos una idea más o menos cerrada, la grabamos y a partir de allí vamos dándole forma. Es un proceso muy largo y complejo que realmente no sabemos cuando empieza y acaba. Simplemente, te levantas un día y ahí está la canción, mucho mejor que como te la imaginabas en un principio. Si me preguntaras no sería capaz de explicarte cómo hemos hecho un tema como El séptimo continente. Imagino que dejando que todo fluya sin que nada nos condicione...

Mucha gente ve en el nuevo disco un gran avance en cuánto a calidad. ¿Para vosotros cual ha sido la clave?

Pues creo que la clave ha sido echarle horas y horas. Este grupo sufrió un revés importante en 2010 porque Julia decidió dejarlo todo e ir a vivir a Grecia. Un año más tarde, Julia nos llamó y nos dijo "Voy a volver y sólo quiero tocar". Volvimos a juntarnos y sentíamos que había una energía especial. La marcha de Julia, que en principio fue algo muy triste, finalmente se convirtió en un revulsivo. Desde entonces no hemos dejado de trabajar y es lo que vamos a seguir haciendo. Aún no hemos apenas presentado este segundo disco y ya tenemos 4 canciones compuestas del siguiente. Esa puede ser la clave, mirar adelante.

Os han comparado ya mucho, pero creo que vuestro sonido bebe del Ok Computer, de Radiohead. ¿Hasta qué punto os ha podido influir? ¿Alguna referencia más destacable?

Ok Computer siempre será un referente, para nosotros y para todos los grupos que hacen indie rock. Es uno de los mejores discos de todos los tiempos y que alguien nos diga que escuchando Ø ve cosas de ese disco nos parece más de un halago. Las influencias son incontables. Piensa en todos los discos que unos chicos de 28 años muy freaks hayan podido escuchar a lo largo de su vida y de ahí salen las canciones.

¿Os ha costado mucho trasladar la producción del disco del directo? ¿Qué diferencias habrá?

Preparar el directo de este disco ha sido bastante complejo porque requiere mezclas un poco atípicas. Las guitarras son importantísimas pero no hay protagonismos, todo tiene que sonar en bloque para que funcione y encontrar ese equilibrio en directo es muy complicado. La diferencia fundamental es la energia. Intentamos que los directos sean momentos únicos, no solemos repetir setlist. Modificamos mucho las canciones y siempre dejamos momentos para la improvisación. Queremos que la gente se dé cuenta de que nos va la vida en esto. Tocar en directo es lo que nos gusta. El disco es sólo una excusa para poder hacerlo.

¿Habéis tocado alguna vez en Zaragoza? ¿Qué bandas conocéis y os gustan de aquí?

Va a ser nuestra primera vez en Zaragoza y tenemos muchas ganas. Bueno, qué sería de nosotros sin los Héroes... Un maño que nos encanta y que nos enganchó desde el principio es Bigott, todo un crack.

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