Aldo Linares presentará sus canciones de "amor y misterio" el próximo sábado 21 en La Ley Seca. Le acompañará Vadim Tudor, que se subirá en primer lugar al escenario.
No es fácil verte actuar fuera de Madrid. ¿Cuál es el motivo?
Básicamente es por estar metido en varias cosas y tener el tiempo ajustado. Espero poder ir a más ciudades. Tengo muchas ganas de poder hacerlo y de ver cómo las canciones van creciendo en los oídos de la gente.
Llevas muchos años ligado a la música. ¿Cómo tardaste tanto tiempo sacar un primer disco?
Efectivamente, llevo bastantes años escribiendo canciones. Soy consciente de ese paso del tiempo, que curiosamente es similar al de muchos a los que admiro, pero no quiero dejar pasar más días o meses. Entre estar en una cosa y otra los años han ido volando. Pinchar, investigar, trabajar... todo se junta. Pero para mí esto es necesario, así que debo seguir haciendo canciones. He publicado varias colaboraciones para varios sellos y recientemente el single para Jabalina. Ahora estoy preparando el nuevo disco. Y no quiero tardar en verlo listo.
Tu cultura musical, por lo que demuestras en tus sesiones como DJ es muy amplia. ¿Por qué te has decantado por este sonido minimalista electrónico un tanto romántico?
¡Gracias por el cumplido! Realmente es algo que sale sin plantearlo. Supongo que es porque soy una mezcla de muchas cosas y porque ese punto romántico y melancólico es parte de mi personalidad. La música es uno de los ejes de mi vida, amo tanto el rockabilly como el pop electrónico, el rocksteady como el twist, y no tengo problema en pasear por el sonido. Hay tanta música interesante que cerrarse es negarse el disfrute. Escuchar una canción es mágico. Quizás por ahí vayan los tiros. La magia tiene un romanticismo especial.
También llama mucho la atención tu imagen, está muy cuidada. ¿Qué intentas transmitir?
Nuevamente gracias por decir algo así. Siempre he sentido que ofrecer algo a la gente o estar sobre un escenario merece un respeto al público tanto en forma como en fondo. Es parte de mi personalidad y gustos. Además, tiene que ver con la pubertad, cuando observando a quienes admiraba pensaba que yo también quería hacer lo mismo. Intento transmitir parte de esa magia a la que me refería antes.
Como DJ eres ampliamente famoso dentro de un público porque siempre has abierto el FIB. ¿Cómo recuerdas esas sesiones?
Eran y son sesiones en las que pongo la música que para mí es importante y que me emocionan. Para mí hacer una sesión tiene que hacer que la gente y yo nos sintamos bien, que nos de ganas de vibrar ante las canciones. La técnica no es nada sin la emoción de la música. Prefiero un millón de veces a un DJ que me transmita algo a otro que linealmente maneja una gran técnica pero que es pobre en transmisión.
Creo que todo va evolucionando de la misma manera que uno lo va haciendo. Poner música al FIB es parte de un contexto sentimental en mi vida. Pero también lo es pasármelo en grande haciéndolo en el Weirdo de Madrid. Lo bonito de sentir esto es el hecho de poder disfrutarlo en muchos sitios.
¿Qué podemos esperar ver en La Ley Seca?
Pues, por mi parte, canciones de amor y misterio. Por parte del señor Vadim Tudor, gélido y a la vez palpitante pop sintético. Y entre los dos esperamos dar un buen concierto y hacer que la gente sienta emoción.
¿Conoces algo de la escena musical de Zaragoza? ¿Habías actuado alguna vez aquí en el pasado?
Realmente no mucho, recuerdo algunas cosas de la época de la eclosión del llamado indie nacional como El Niño Gusano. Luego a gente como Cassino... ¡Es nuestra primera vez allí! Conozco la ciudad y me gusta. ¡Además, tiene una suculenta gastronomía!