Dinero se dieron a conocer con su primer disco y, sobre todo, gracias a sus potentes directos. Han actuado en los festivales más importantes del país y no han dejado indiferente nadie, saliendo claros vencedores en muchos. En este corto espacio de tiempo han logrado una legión base de fans, a los que no han defraudado con la recién publicación de, Año perro, con el que potencian aún más su faceta rockera. El próximo sábado 24 estarán en La Ley Seca.
¿Habéis notado que había unas grandes expectativas en vuestro regreso?
¿Habéis notado que había unas grandes expectativas en vuestro regreso?
Sabíamos que este disco era importante para nosotros y la presión nos la hemos puesto nosotros, no sentimos ningún tipo de presión externa. Conseguimos un montón de cosas con nuestro primer disco y queríamos seguir creciendo y no tirar por tierra todo lo que habíamos conseguido. Siempre hemos sido muy exigentes con nosotros mismos y esta vez no iba a ser menos.
Era muy complicado compaginar la gira y la composición del nuevo disco. No parábamos de tocar y no conseguíamos encontrar el tiempo que le queríamos dedicar a las nuevas canciones. Íbamos muy lentos y no nos quedo otra que dejarlo todo: gira, trabajos... Decidimos mudarnos a casa de mis padres, a Berriz, donde tengo un pequeño local de ensayo. Allí nos encerramos durante cinco meses a componer las nuevas canciones. Después regresamos a Madrid donde estuvimos mes y medio en el local trabajando con nuestro productor, Juan Carlos Moreno, y a mediados de diciembre entramos al estudio. La grabación se alargo otros cinco meses. En total, un año; un año muy perro.
Puede ser por la energía de las canciones. Los jóvenes están a tope y eso es lo que intentamos transmitir en nuestros discos y conciertos. Queremos que la gente se lo pase de puta madre y se divierta con nosotros, que para estar jodidos ya tenemos demasiadas cosas. También puede ser por las letras, que son muy directas y hablan de temas muy cotidianos para nosotros.
No lo sabemos. Simplemente hacemos la música que nos sale, la que llevamos dentro. Puede ser que aquí no haya muchos grupos con los que se nos pueda agrupar o comparar, pero en el extranjero hay un montón de ejemplos y no sentimos que estemos haciendo algo diferente o innovador. No se si la gente pedía un grupo como nosotros, pero viendo la respuesta de público que estamos teniendo últimamente, nos damos cuenta de que la gente tiene ganas de rock.
Después de haber tocado en grandes recintos, ¿en qué lugares conectáis mejor con el público?
Todos los conciertos tienen sus cosas buenas y sus cosas malas, los grandes recintos o festivales tienen la ventaja de que los equipos de sonido y luz suelen ser mucho mejores, pero el horario y el tipo de público varía mucho y puede hacer que te sientas muy raro si notas que no te hacen mucho caso. En cambio, en las salas pequeñas solemos tener bastantes problemas con el volumen por que tocamos al máximo, pero la respuesta del público hace que las noches acaben siendo la hostia. Nos gustan los dos sitios, pero no hay nada mejor que una buena sala con tu gente delante.
Solo hemos estado dos veces en Zaragoza y las dos hemos tenido que marcharnos después del concierto. No hemos podido disfrutar de la ciudad, pero esta vez nos quedamos a dormir, así que nos daremos una vuelta nocturna para ver como os lo montais por ahí... Siempre recordaremos Zaragoza por formar parte de una de nuestras mayores locuras de gira: nada más y nada menos que tocar en Jerez de la frontera ir después a Zaragoza y según terminamos de tocar irnos a Ceuta, no tocamos la cama en tres días.
¿Qué grupos de Zaragoza conocéis y cuáles os gustan?
Yo era muy fan del Corazon del Sapo, pero fuera de ahí, poco más (obviando los clásicos claro).
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